«Cosas de pelos»

¿Alguna vez te has teñido o has jugado a ser tu propia peluquera, atreviéndote a cortes, mechas y cambios radicales? si es así y fracasaste en el intento… este post te va como anillo al dedo : )

En «cosas de pelos» siempre me ha gustado cambiar y hacerme de todo; he pasado por la crítica edad de pintarme mechas azules en el pelo con rimmel de color (eso te hacía guay), teñirme sola a la aventura confiando en el color prometido que la modelo de la caja del tinte de turno lucía radiante y probar todos los cortes (incluido ese que me hacía parecer un champiñón, cortito por detrás, larguito por delante). Puedo recordar perfectamente mi primera y última permanente (quería tener el pelo rizado si o si), también recuerdo un intento fallido de teñirme color caoba y tener como resultado final un moradito violín de lo más patético… : )

Casi todos estos cambios eran caseros (nunca más), y he de deciros siendo sincera que también he sido un poco «Eduardo manos tijeras» y me he cortado el flequillo en todas las modalidades (recto, desfilado, corto, largo…).

En resumen, con esto quiero contaros que cuando tienes ganas de cambiar, de experimentar, de ser diferente… ser mayor; no pensamos en los daños que el cabello sufrirá con el paso del tiempo (¡cuida tu cabello, no hagas locuras!).

Y cuando mi pelo estaba tocando fondo… de repente llegó mi Marysue, la peluquera y estilista mejor del mundo mundial, y no porque lo diga yo, es que… lo es; con ella aprendí a cuidar mi pelo, trabajar en la imagen que quería proyectar y divertirme con diferentes cambios (esta vez sí, con cabeza y en buenas manos). Ahora me arrepiento de lo «cafre» que fui con mi pobre pelo y de lo mucho que me ha costado volver a tener brillo, volumen y aspecto sano.

Ya sabéis lo que viene ahora… acude a un profesional, estudia el cambio de imagen que quieres tener, piensa en tu día a día y tus necesidades. Como dice mi Marysue… ¡Atrévete a ser tu¡