¡Cierro los ojos! y me dejo llevar por mis sentidos. Huelo a especies, a cuero y a un aroma que no sé definir bien, pero me seduce, me atrae. Cuando abro los ojos, solo puedo ver la intensidad de los colores, en ellos destaca el tierra y las diferentes tonalidades de un naranja con aires marroquíes.
Me detengo y escucho el murmullo de la gente al pasear, la cocina en funcionamiento y la música de ápices árabes que logra mi evasión a una tierra llena de pasión.
No es magia, me pellizco, no es un sueño… estoy en un antiguo caravasar, dónde habita la amabilidad, el misterio, la sensualidad de una danza que acompaña a un delicioso té con sabor a la esencia de Córdoba. ¿A qué sabe Córdoba? a raíces, orígenes, mezcla de cultura, historia, tradiciones y noches invadidas por la explosión del azahar en primavera.
De repente, el embrujo mágico de la danza del vientre, ante mi. El tintineo de sus vestidos me atrae hasta el punto de querer descalzarme y bailar al son del ritmo de tambores.
En este lugar tan especial mi estomago armoniza con el espíritu, es una sensación nueva para mi. Cerca de la Mezquita de Córdoba, en la calle Romero, con certificado halal, sala de rezo, patio cordobés y cocina capaz de mezclar la gastronomía cordobesa con la árabe.
Almorzar, merendar, cenar… todo es posible en Caravasar de Qurtuba. Aún puedo recordarme detrás de la vitrina de dulces, intentando decidirme y acertar con un «cuerno de gacela», una especie de hojaldre relleno de azúcar, almendra, canela y agua de azahar.
¿Volvería? por supuesto que sí… es todo una gozada disfrutar del maravilloso mundo de las sensaciones, el mundo árabe de Caravasar de Qurtuba.
¡Visita obligada si eres de Córdoba o tienes pensado visitarla en breve!
Besos : )
photos: r.v/r.s/caravasar qurtuba