Casi en el ecuador del mes de la mujer, yo os cuento uno de mi desayunos favoritos de este mes; el de la Mujer Emprededora, en el Hotel Abades en Sevilla y a cargo de la empresa PYRSEL. Para conmemorar y celebrar el Día de la Mujer Trabajadora no pude hacerlo de mejor manera que compartiendo un desayuno marroquí con un gran grupo de Mujeres Empresarias y Directivas, además de una de mis mejores amigas y compañera de trabajo. Viví momentos únicos intercambiando experiencias y sensaciones que han marcado en mi, un antes y un después.
Mª Ángeles Martínez inauguró el acto presentando al prestigioso conferenciante Manuel Moncayo, que compartió con todas nosotras su experiencia personal, talento y ganas de crear un mundo en el que hombres y mujeres caminen en el mismo sentido y por el mismo sendero, los dos por igual. Su charla además de ser muy motivadora, me introdujo en el ámbito del liderazgo y desarrollo personal.
¿Cuánto talento se pierde por no ser valientes y dar pasos adelante? ¿Por qué nos cuesta tanto creer en nosotras mismas? Debemos de ser fuertes y poderosas, luchar por un mundo en el no hay nada que entender, pero si que comprender. Hombre y mujeres, debemos estar en la misma línea, y hasta que algo tan sencillo como esto no se comprenda no llegaremos a ningún lugar.
Aprendí que la vida se manifiesta en pequeños instantes, y que ahora es el mío. El futuro es la preocupación, el pasado manifiesta la culpa, y el presente nos habla de miedos; todos están llenos de acontecimientos, y estos no son ni buenos ni malos, son neutros. ¡Yo decido sobre ellos! También aprendí a no reaccionar, y a interpretar y canalizar mis sensaciones y por tanto mi pensamiento, y es que, ¡Somos la suma de nuestras decisiones! Gracias Manuel, gracias Marta por invitarme a una experiencia tan enriquecedora para empoderar mi perfil profesional.
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