El miedo a la oscuridad no es una experiencia directa de nuestros hijos, se relaciona al comportamiento de una persona. Aparece porque hay alguien que lo enseña, o eso pienso yo. La mejor manera que tengo de llegar a mi hijo es a través del juego y del amor que siento por él. Planteo juegos antes de dormir para que esto no suponga ningún drama y parece funcionar. Me gusta que su último recuerdo sea bonito y que lo último que haga antes de soñar sea reír a carcajadas sin parar. Todavía no puedo leerle cuentos, a este territorio ya llegaremos y ya os contaré, pero si hacemos juegos de palmas y sombras chinescas, le canto y jugamos al tan conocido «cu-cu» (me ves, ahora no me ves). ¡Todo lo hacemos con una luz relajada!
Acabado el ritual pre-sueño, me gusta cantarle con dulzura, mecerlo, y dejarle encendida una luz muy tenue con una forma divertida, y es que son niños, hagamos que todo sea un juego para ellos, es ahora cuando podemos volar con ellos al país de nunca jamás, en dónde todos somos niños. Cuando llega este momento del día da igual el cansancio acumulado, no importa que la casa sea un desastre y que todavía no hayas tenido tiempo para ponerte una mascarilla, hay que disfrutar de ese momento que trata de dormir a tu bebé, alejarte de puntillitas y observar como duerme, con una luz tenue que estoy segura que es la que ilumina todos sus sueños.
Como en casas somos super fan de las luces quita-miedos, tenemos unas cuantas, la nube de MINIMOI, y la estrella y el helado de SUPERSAPIENS. ¿Os gustan? A mi me chiflan tanto que las uso para decorar algunos rinconces de su habitación y hacer fotos con Alejandro muy molonas, que luego enseño con el modo #mamiorgullosaON
¡Hasta pronto, espero que os sigan gustando mis aventuras de mami primeriza tanto como hasta ahora!
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Estrella Mint y Helado: SUPERSAPIENS, Estrella Metalizada: ZARA HOME, Nube y Vinilo: MINIMOI, Pizarra: EL TALLER DE TROCO